martes, 31 de marzo de 2020

EL BARROCO

PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVII.  EL BARROCO

   El término barroco fue adoptado para definir el conjunto de rasgos propios de la cultura propia de gran parte del siglo XVII.
   Frente a la exaltación vital del Renacimiento, en el Barroco se produce una progresiva desvalorización de lo terreno y se vuelve a insistir en ideas medievales como la brevedad de la vida y la caducidad de las cosas. La convicción de la fugacidad de lo terrenal está en la base de la idea barroca por excelencia: la del desengaño. Frente al idealismo y al optimismo renacentistas, domina ahora una concepción negativa del mundo, que aparece como un caos, desorden o confusión. A las ilusiones renacentistas han seguido la frustración y el desencanto, sin duda como consecuencia de las conflictivas circunstancias histórico-sociales de este siglo.
   Ahora bien, el pesimismo barroco puede manifestarse de muy diversas formas: mediante la angustia existencial, mediante la protesta o la sátira, mediante una actitud estoica, mediante la evasión o la diversión.


Juan de Juanes


   La ESTÉTICA BARROCA exagera y lleva al límite muchos de los rasgos del Renacimiento. El lenguaje sencillo y la estructura armónica y equilibrada, postulados por la estética renacentista, se ven quebrados por el uso extraordinario de expresiones brillantes, ideas ingeniosas, agudezas conceptistas, etc. Frente a la serenidad del Renacimiento, el dinamismo y el movimiento también estarán presentes en los textos a través de la abundancia de imágenes o la oposición de contrarios. A la mesura y equilibrio renacentistas, el Barroco opondrá la exageración, el claroscuro, el escorzo, el retorcimiento.

 
Rembrandt


Bien, empecemos, analizando la poesía barroca, tan variada, compleja y prolífica.

   Los temas de la poesía barroca son muy variados: el amor, las reflexiones morales, los problemas existenciales, la historia, la naturaleza, la mitología, las costumbres, los objetos.

   Hay que distinguir entre una corriente CULTERANA y una corriente CONCEPTISTA.
   La poesía culterana da importancia, sobre todo, al lenguaje como creación sonora. La poesía conceptista considera el lenguaje en su dimensión semántica, conceptual. Una manera muy sencilla de expresarlo sería:

CULTERANISMO: LA FORMA SOBRE EL FONDO. 
CONCEPTISMO: EL FONDO SOBRE LA FORMA.


Artemisia Gentileschi


   Los poetas barrocos más importantes son: LOPE DE VEGA, LUIS DE GÓNGORA (principal representante del culteranismo) Y FRANCISCO QUEVEDO (principal representante del conceptismo).

      LOPE DE VEGA.  En sus libros Lope nos muestra sus diversas facetas líricas: el poeta vitalista, el petrarquista, el imitador de Góngora, el poeta filosófico, el religioso. Es especialmente importante su capacidad para verter literariamente sus experiencias cotidianas.
   Lope se valió de todos los metros, pero destacó particularmente en el uso del romance y del soneto.

      LUIS DE GÓNGORA.  Gran parte de los temas de la poesía de Góngora son los propios de un poeta que bebe directamente en la tradición poética previa: el amor con todos los tópicos característicos de la literatura petrarquista, la mitología, la naturaleza como marco estilizado y como referente bucólico ideal. Por otra parte, tenemos la vertiente satírica y burlesca de su poesía, tanto en los poemas de corte popular como en aquellos más formalmente cultos. Góngora fue un extraordinario maestro en la creación de una POESÍA CULTERANA.

      FRANCISCO QUEVEDO.  La clasificación de su poesía da una idea resumida de los temas característicos de la obra poética de Quevedo.
   Sus poemas amorosos de tono serio son claramente deudores de la tradición cortesana: el petrarquismo y la lírica cortesana constituían un vehículo extraordinario para expresar las preocupaciones amorosas y metafísicas de nuestro poeta. Cuando Quevedo expresa en la lírica amorosa sus preocupaciones metafísicas, la mujer desaparece, y, en cambio, pasa a primer plano una resistencia angustiada a la mortalidad final del cuerpo.
   La muerte es, por tanto, una preocupación permanente en la poesía de Quevedo. Además, constituye una constante meditación sobre la brevedad de la vida, sobre la fugacidad del tiempo, que nadie es capaz de detener.
   Este hondo pesimismo quevedesco, esta visión desolada del hombre y del mundo es indisociable de su percepción de la decadencia española.
   Ello explica sus sátiras crueles de todo tipo de situaciones, costumbres, personajes, hechos.
   Así, la obra poética de Quevedo suele agruparse en: poemas filosóficos y metafísicos; poemas morales y religiosos; poemas amorosos; finalmente, poemas satírico-burlescos.
   Desde el punto de vista estilístico, Quevedo domina admirablemente la lengua en sus más variados registros, así como los recursos literarios más variados (juegos de palabras, dilogías, polisemias, hipérboles, antítesis, paradojas, deformaciones grotescas.

   La poesía de Quevedo es clasificada dentro de la POESÍA CONCEPTISTA.


Luis de Góngora


Bien, analicemos todo ello en los siguientes poemas:


LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
oro bruñido al sol relumbra en vano,
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente al lilio bello;

Mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello,

Goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, más tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.


Bien, en el soneto anterior encontramos un tópico que habíamos visto ya en Garcilaso de la Vega en el Renacimiento, efectivamente: el Collige virgo rosas de Ausonio, que tiene su fuente en el Carpe diem de Horacio.
Observad estas figuras retóricas:

.El hipérbaton (alteración del orden habitual de la sintaxis "mientras por competir con tu cabello oro bruñido al sol relumbra en vano). 
.La anáfora "mientras", "mientras" al inicio del primer verso de cada uno de los dos primeros cuartetos.

.La diseminación de términos en el primer tercero y su recolección en el último. 

.Asimismo el último verso enumera el pesimismo, la esencia de la desilusión barroca.

.Las complejas metáforas surtidas "oro, litio, clave, cristal luciente".



Antonio de Pereda


Todo ello hace que este soneto tomando el mismo tema del renacentista de Garcilaso ofrezca una lengua más recargada y compleja, fuera del equilibro clásico e integrada plenamente, también en el tema de la desilusión al barroco.



Leamos ahora el principio de la Soledad primera de Góngora:

Era del año la estación florida 
en que el mentido robador de Europa 
—media luna las armas de su frente, 
y el Sol todo los rayos de su pelo—, 
luciente honor del cielo, 
en campos de zafiro pace estrellas, 
Cuando el que ministrar podía la copa 
a Júpiter mejor que el garzón de Ida, 
—náufrago y desdeñado, sobre ausente—, 
lagrimosas de amor dulces querellas 
da al mar; que condolido, 
fue a las ondas, fue al viento 
el mísero gemido, 
segundo de Arïón dulce instrumento. [...]


Observad ante todo la complejidad de estos versos culteranos. El adorno, la belleza, el preciosismo del lenguaje conllevan una dificultad extrema en su comprensión. Se necesita un conocimiento exquisito de literatura clásica, de mitología, de comprensión de metáforas para acercarse a estos versos. 

La forma sobre el fondo, recordad, propia del culteranismo.



Francisco de Quevedo




Pasemos, ahora a Francisco de Quevedo. En el siguiente soneto hace mofa y burla de Góngora, incluso con referencias antisemitas


Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un peje espada mal barbado;

Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
érase una nariz sayón y escriba,
un Ovidio Nasón mal narigado.

Érase el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egito,
los doce tribus de narices era;

Érase un naricísimo infinito,
frisón archinariz, caratulera,
sabañón garrafal morado y frito.



Observad los juegos del lenguaje con las gradaciones de los sustantivos: "naricísimo", "archinariz", la complejidad de los juegos de palabras y de expresiones, los dobles y hasta triples sentidos, el fondo escondido, las referencias ocultas, como esta antisemita: las doce tribus de narices era".

La audacia y dificultad de la metáfora constante, los paralelismos, las anáforas, el concepto doble o triple que se halla detrás de cada palabra o figura retórica, hacen de este soneto un poema conceptista. Su lectura no es fácil,  hay que tener también un gran conocimiento de la lengua, de la literatura, de la historia, de los autores clásicos "un Ovidio Nasón".

Recordemos en el conceptismo predomina el fondo sobre la forma.



Juan de  Valdés Leal



Y disfrutemos también de este otro soneto de Quevedo:

Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra, que me llevaré el blanco día;
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso linsojera;
mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa:
Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido.
Polvo serán, mas polvo enamorado.

La dificultad como podéis comprobar es extrema, en la hondura del concepto, en todos los significados profundos, dobles, ocultos que encontramos en cada palabra o en cada figura retórica. La agudeza irreprochable se palpa en cada palabra.
Empieza el soneto con un marcadísimo hipérbaton: "Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra" y una dolorosa aliteración del fonema /r/ que representa la muerte. Se necesita un conocimiento profundo de la mitología para su interpretación: se habla de la laguna Estigia donde ingresa el alma del poeta enamorado, al territorio del Hades,  de los muertos.
Y, sin embargo, la llama (metáfora habitual desde la poesía trovadoresca provenzal, heredada por Petrarca y recurrente en el Renacimiento, repetida de nuevo en el Barroco) supera la prueba e incluso en el mundo de los muertos sobrevive gracias al amor. El amor más allá de la muerte. Las metonimias del cuerpo sin vida, la ceniza, el polvo  son típicamente barrocas, aunque en este caso, el amor le da un toque novedoso y salvador a la destrucción y a la muerte.

Lope de Vega

FÉLIX LOPE DE VEGA

Y, observemos ahora el siguiente soneto de Lope de Vega, el prolífico poeta y dramaturgo, el fénix de los ingenios, que nos deja estos versos repletos de antítesis, ideas paradógicas y contradictorias para definir el amor. ¿Cabe mayor homenaje y herencia de tópicos clásicos y renacentistas llevadas al escorzo, a la complejidad de la contradicción? Barroco en estado puro. 


Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;


no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;


huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;


creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.


TAREA:

-Por favor, justificad en un verso de Góngora por qué es culterano.

-En un verso de Quevedo por qué es conceptista.

-Justificad en cada uno de los sonetos una figura retórica.

...



viernes, 27 de marzo de 2020

LA PROSA DEL RENACIMIENTO: EL LAZARILLO DE TORMES

En el Renacimiento encontramos distintos tipos de novelas: la pastoral, la bizantina, la morisca, la sentimental, la novela de caballerías.

Pero habrá un género novedoso que romperá con toda la tradición anterior y lo convertirá en novela moderna. Sí, hablamos de la novela picaresca y el Lazarillo de Tormes.





Y es que con el Lazarillo nace el antihéroe. Este pequeño protagonista encara la grandeza del Imperio español y plantea tremendas críticas hacia la hipocresía de los hidalgos, que constituían la nobleza venida a menos o los cargos religiosos corruptos, en realidad no contra la espiritualidad limpia y sana de los feligreses, sí contra las bulas o la falsedad.

Se trata de una novela anónima, con narrador, Lázaro, en primera persona. Seguramente detrás de la autoría encontremos a un erasmista. Las primeras ediciones son de 1554. Estuvo en el Índice de Libros Prohibidos por el Tribunal Inquisitorial, y después expurgado para su publicación, por ello fueron censurados determinados capítulos en los que se criticaba a la iglesia.




La obra es picaresca porque el pícaro ha de buscarse la vida para sobrevivir, es un germen aún de pícaro, bastante inocente. La novela se configura con una larga carta dirigida a un desconocido "Vuestra Merced", en la que Lázaro da cuenta de lo que ha sido su vida, desde que  nació en el río Tormes, hijo de padres sin honra y su mardre tuvo que dejarlo que sirviera al primer amo, el ciego. Empezó a servir al ciego, después a diferentes amos y por fin de su matrimonio y de su oficio como pregonero.

Muchos de los episodios son de origen folclórico, es decir eran literarios, no se los inventa su anónimo autor, pero hay una diferencia fundamental con otro tipo de obras: ahora no son una serie de episodios dispuestos como cuentos sin unión entre ellos. Sino que los episodios hacen que Lazaro vaya evolucionando y aprendiendo, convirtiendo a esta obra en la primera novela moderna.






Todo el recuerdo de su vida difícil para un niño que debe servir a los amos, sirven para que Lázaro justifique el estado en el que se halla como adulto. Todo ello le hace estar contento por su mujer y su oficio, a no ser "por algunas habladurías que hacen daño porque acusan a su mujer de tener relaciones íntimas con el arcipreste de San Salvador". Su mujer era criada de dicho arcipreste, que precisamente le ha conseguido a Lázaro su trabajo.  Evidentemente, Lázaro, niega la veracidad de estas malas lenguas, dando a entender que es cierto lo que dicen.

Os dejo, si os parece un enlace extraordinariamente ilustrativo y didáctico sobre los temas y la estructura de esta genial obra renacentista: Lazarillo de Tormes

Y ahora, me gustaría mucho que leyerais con atención el siguiente texto:





El Lazarillo y el jarro de vino


Solía poner junto a él un jarro de vino cuando comíamos y yo rápidamente lo cogía y le daba “un par de besos callados” (un par de tragos) y lo dejaba en su sitio. Pero aquello duró poco porque se dio cuenta de que faltaba vino y ya nunca soltaba el jarro. Se me ocurrió entonces utilizar una paja larga de centeno que metía en la boca del jarro, de manera que podía chupara el vino procurando no hacer ruido para que no se enterara. Aquello duró algún tiempo pero el ciego se dio cuenta de que le faltaba vino y desde entonces colocaba su jarro entre las piernas y lo tapaba con la mano y así bebía seguro.
Viendo que aquel remedio de la paja ya no me valía, decidí hacer un agujero en el suelo del jarro y taparlo con cera y a la hora de la comida, fingiendo tener frío, me colocaba entre las piernas del ciego a calentarme en la lumbre que teníamos y al calor de ella se derretía la cera y comenzaba a caerme el vino en la boca, la cual yo de tal manera ponía que no se perdía ni una sola gota. De este modo, cuando el ciego iba a beber apenas había vino en el jarro.
- No diréis que lo bebo yo -le decía-, pues no soltáis el jarro de la mano.
El ciego no contestó, pero comenzó a palpar el jarro hasta que encontró el agujero, aunque disimuló como si no se hubiese enterado. Al día siguiente, estando yo disfrutando del vino que caía por el agujero del jarro, con mi cara puesta hacia el cielo, consideró el ciego que era el momento de vengarse y, alzando el jarro con sus dos manos, lo dejó caer sobre mi boca.
Yo que estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima. Fue tal el golpe que perdí el sentido y el jarrazo tan grande, que los pedazos de él se me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas partes y me rompió los dientes, sin los cuales hasta hoy en día me quedé.
El ciego me lavó con vino las roturas que con los pedazos del jarro me había hecho y sonriéndose decía:
- ¿Qué te parece, Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud.


TAREA:


1.-¿Cómo se configura la narración del Lazarillo de Tormes?

2.-¿Por qué es la primera novela moderna?

3.-¿Por qué estuvo prohibida? 

4.-¿Por qué Lázaro niega las habladurías de las malas lenguas? ¿Crees, sin embargo, que son verdad? ¿Por qué?

5.-¿Qué crees que significa el episodio del jarro de vino?




...



domingo, 22 de marzo de 2020

EL RENACIMIENTO I


LA LITERATURA DEL SIGLO XVI


Y llegó el Renacimiento. Uno no se acuesta medieval y se levanta renacentista. Larga fue la Edad Media y el proceso de cambio y transformación se dio en el siglo XV donde ya encontrábamos obras precursoras de este cambio. ¿Las recordáis? Exacto, las Coplas de Jorge Manrique y La Celestina de Fernando de Rojas.

Y si Dios era la palabra que todo lo impregnaba durante la Edad Media, el cambio hacia el Renacimiento estará marcado por otra palabra, ¿cuál?

EL HOMBRE


Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci


PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI: EL RENACIMIENTO
El término Renacimiento es un vocablo que define todo el periodo cultural y social posterior a la Edad Media. Alude al renacer de los estudios clásicos y a la veneración de los autores grecolatinos. El surgimiento del Renacimiento tuvo un antecedente importante en el movimiento filosófico llamado Humanismo.


Los rasgos más relevantes de la cultura renacentista son: reivindicación de la dignidad del hombre, centro del mundo y dueño de sus destinos, lo cual se opone al geocentrismo e inmovilismo de la sociedad estamental medieval. Otro rasgo importante es el individualismo. El vitalismo trae como consecuencia la exaltación del amor y los placeres en una sociedad muy secularizada. Es una época de optimismo en la que se piensa que el hombre es la medida de todas las cosas. El universo y la naturaleza parecen estar a disposición del ser humano, que, con la ciencia y la técnica, se cree capaz de dominarlos y organizarlos. El racionalismo es otro rasgo distintivo de la época. La confianza en el poder de la razón explica el nacimiento de una idea bien fecunda desde entonces: la idea de progreso. Según ella, la economía y el mundo material pueden avanzar de forma indefinida y también el hombre en el terreno moral puede alcanzar cotas de humanidad desconocidas. Se considera, entonces, que el saber puede hacer mejor al hombre. Estas nuevas ansias de perfeccionamiento personal tienen mucho que ver con la extensión de las ideas neoplatónicas, de tanta influencia en el pensamiento renacentista. Dos figuras importantes del Renacimiento fueron: Tomás Moro y Erasmo de Rótterdam.
Toda esta nueva visión será predominante durante la primera mitad del siglo XVI con Carlos I de España y V de Alemania, mientras que el afán aperturista de un mundo nuevo será truncado en la segunda mitad del XVI con Felipe II y debido a la Contrarreforma, es decir, la lucha contra la Reforma protestante, que dará lugar a la producción de los autores ascéticos y místicos como Fray Luis o San Juan y Santa Teresa de Jesús.


Garcilaso de la Vega


Mientras que en poesía en la primera mitad del siglo XVI la figura poética por excelencia es, sin duda, Garcilaso de la Vega. Heredero de la escuela petrarquista (Petrarca fue un prehumanista italiano del siglo XIV, recordemos que el Renacimiento nace en Italia en el s.XV), dedica su vida y su obra a la dama de la que está enamorado, en su caso Isabel Freire, mientras él mantenía un matrimonio con otra mujer e Isabel Freire también estaba casada con otro hombre. Lo cual hace pensar que era este amor poético un amor platónico idealizado y que, de nuevo, siguiendo la escuela petrarquista, tendrá dos momentos fundamentales:

.Los poemas en vida de Isabel (puesto que ella estaba casada y su relación le producía el sufrimiento de la falta de correspondencia, el dolor por un amor no realizado).

.Poemas tras su muerte (de dolor por haberla perdido, Isabel Freire murió de parto).







La obra poética de Garcilaso es bastante breve, en ella sobresalen las églogas (composiciones de pastores idealizados, en una naturaleza estilizada con evidente huella clásica, sobre todo de Virgilio) y los sonetos.

Analicemos los siguientes:

SONETO XXIII

En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:


coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
Como veis en el poema anterior , el soneto XXIII "En tanto que de rosa y de azucena", encontramos el tópico del "Collige virgo rosas", "Recoge, muchacha, las rosas de tu juventud y belleza...", tomado de Ausonio, una variante del "Carpe diem".


Los siguientes poemas están dedicados a Isabel Freire, a la que llama en algunas de sus composiciones "Elisa", nombre poético que ocultaba quién era la dama a la que amaba en secreto.


SONETO V

Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.

Como veis, es toda una declaración de amor, donde abundan las figuras retóricas como las paronomasias (es un recurso fónico que consiste en emplear parónimos -palabras que tienen sonidos semejantes pero significados diferentes-) "escrito, escribisteis, escribir" o "estoy, estaré"; los juegos de palabras "por hábito del alma misma" o el paralelismo (repetición de estructuras morfosintácticas) del último terceto.

La influencia de la poesía trovadores provenzal está servida. El amor a la dama a la que se considera un ser elevado a quien se debe rendir pleitesía. La entrega absoluta sin esperar nada a cambio. Esa clase de amor es ya bastante pago para el amante poeta.

Observad también el siguiente poema:


SONETO X

¡Oh dulces prendas por mi mal halladas,
dulces y alegres cuando Dios quería,
juntas estáis en la memoria mía
y con ella en mi muerte conjuradas!

¿Quién me dijera, cuando las pasadas
horas que en tanto bien por vos me vía,
que me habíades de ser en algún día
con tan grave dolor representadas?

Pues en una hora junto me llevastes
todo el bien que por términos me distes,
llevame junto el mal que me dejastes;

si no, sospecharé que me pusistes
en tantos bienes porque deseastes
verme morir entre memorias tristes.

Como podéis observar en el poema anterior, el Soneto X, "Oh dulces prendas", estamos ya en el dolor tras la muerte de Isabel.  Abundan las interrogaciones retóricas, las exclamaciones. Sin embargo, el dolor expresa en el flujo equilibrado y mesurado de la lengua renacentista.


Fray Luis de León

Pasemos, ya, pues a la literatura ascética y mística.

Fray Luis de León quiso ser un místico, sin llegar a conseguirlo. Sin embargo sus poemas ascéticos son de una contención y belleza neoplatónica únicas. Los autores clásicos, como Virgilio, en su contemplación de la naturaleza, la búsqueda filosófica de Platón a través de las ideas puras o la biblia son sus fuentes fundamentales.
Además de su herencia poética,  hemos de hablar del legado amplio que nos dejó Fray Luis, pues fue un erudito, un intelectual, un traductor. Y de otras obras relevantes como La perfecta casada.
Fijaos en los siguientes poemas:


Al salir de la cárcel

Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa,
y a solas su vida pasa,
ni envidiado ni envidioso.

Efectivamente, el poema anterior "Aquí la envidia y la mentira", se refiera a su terrible vivencia en la prisión. Los motivos de su prisión hay que achacarlos a las envidias y rencillas entre órdenes y a las denuncias del catedrático de griego, León De Castro. La acusación principal era preferir el texto hebreo del Antiguo Testamento a la versión latina (la traducción Vulgata de San Jerónimo adoptada por el Concilio de Trento,  pero también por haber traducido partes de la Biblia, en concreto el Cantar de los Cantares a la lengua vulgar, cosa expresamente prohibida.


Estatua de Fray Luis frente a la Universidad de Salamanca

Observad este otro poema


  ODA I 
VIDA RETIRADA

¡Qué descansada vida 
la del que huye del mundanal ruïdo, 
y sigue la escondida 
senda, por donde han ido 
los pocos sabios que en el mundo han sido; 
Que no le enturbia el pecho 
de los soberbios grandes el estado, 
ni del dorado techo 
se admira, fabricado 
del sabio Moro, en jaspe sustentado! 
No cura si la fama 
canta con voz su nombre pregonera, 
ni cura si encarama 
la lengua lisonjera 
lo que condena la verdad sincera. 
¿Qué presta a mi contento 
si soy del vano dedo señalado; 
si, en busca deste viento, 
ando desalentado 
con ansias vivas, con mortal cuidado? 
¡Oh monte, oh fuente, oh río,! 
¡Oh secreto seguro, deleitoso! 
Roto casi el navío, 
a vuestro almo reposo 
huyo de aqueste mar tempestuoso. 
Un no rompido sueño, 
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño 
vanamente severo 
de a quien la sangre ensalza o el dinero. 
Despiértenme las aves 
con su cantar sabroso no aprendido; 
no los cuidados graves 
de que es siempre seguido 
el que al ajeno arbitrio está atenido. 
Vivir quiero conmigo, 
gozar quiero del bien que debo al cielo, 
a solas, sin testigo, 
libre de amor, de celo, 
de odio, de esperanzas, de recelo. 
Del monte en la ladera, 
por mi mano plantado tengo un huerto, 
que con la primavera 
de bella flor cubierto 
ya muestra en esperanza el fruto cierto.



Ofrece, evidentemente un panorama de necesidad de huir del "mar tempestuoso" del mundo de envidias y asechanzas de las que ha sido víctima. Supone toda una oda escrita en liras al alejamiento de las pasiones humanas que derivan en la ambición, la codicia, la envidia, el afán de poder; mientras el poeta se refugia en su "locus amenos", un lugar en la naturaleza, puro, donde se escucha el agua, los pájaros, rodeado de árboles, y donde no necesita lujos para vivir en paz y serenidad. Por tanto, encontramos, claramente, los tópicos literarios de "Beatus ille" (Feliz el que se aparta del mundanal ruido, de las ambiciones humanas dañinas) y "Aurea mediocritas" (la feliz, la dorada medianía, "no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita).



San Juan de la Cruz


Y de la ascética a la mística, al encuentro con Dios.


Fíjate en este poema de San Juan de la Cruz:


NOCHE OSCURA


En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

 En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquésta me guiaba
más cierto que la luz de mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que guiaste!
¡oh noche amable más que el alborada!
¡oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.


En él encontramos perfectamente ilustradas las tres vías del encuentro místico: vía purgativa (de los apegos sensitivos), iluminativa (el entendimiento se entrega a la sabiduría de  Dios) y punitiva( unión con Dios).

Es muy importante también su Cántico espiritual basado en el Cantar de los Cantares y el poema Llama de amor viva, en plena unión mística.


TAREAS

1.-Explica cuál es la influencia de Petrarca en la obra de Garcilaso de la Vega.
2.-Analiza la métrica y rima del soneto.
3.-¿Qué significan los tópicos: carpe diem, collige virgo rosas, beatus ille, aurea mediocritas? Asocialos con algún autor representativo del Renacimiento.
4.-Analiza métrica y rima de una lira. 
5.-¿Qué diferencia hay entre la ascética y la mística? ¿Cuáles son los poetas más representativos de cada una de ellas? ¿Qué son las vías purgativa, iluminativa y unitiva? 

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