viernes, 27 de marzo de 2020

LA PROSA DEL RENACIMIENTO: EL LAZARILLO DE TORMES

En el Renacimiento encontramos distintos tipos de novelas: la pastoral, la bizantina, la morisca, la sentimental, la novela de caballerías.

Pero habrá un género novedoso que romperá con toda la tradición anterior y lo convertirá en novela moderna. Sí, hablamos de la novela picaresca y el Lazarillo de Tormes.





Y es que con el Lazarillo nace el antihéroe. Este pequeño protagonista encara la grandeza del Imperio español y plantea tremendas críticas hacia la hipocresía de los hidalgos, que constituían la nobleza venida a menos o los cargos religiosos corruptos, en realidad no contra la espiritualidad limpia y sana de los feligreses, sí contra las bulas o la falsedad.

Se trata de una novela anónima, con narrador, Lázaro, en primera persona. Seguramente detrás de la autoría encontremos a un erasmista. Las primeras ediciones son de 1554. Estuvo en el Índice de Libros Prohibidos por el Tribunal Inquisitorial, y después expurgado para su publicación, por ello fueron censurados determinados capítulos en los que se criticaba a la iglesia.




La obra es picaresca porque el pícaro ha de buscarse la vida para sobrevivir, es un germen aún de pícaro, bastante inocente. La novela se configura con una larga carta dirigida a un desconocido "Vuestra Merced", en la que Lázaro da cuenta de lo que ha sido su vida, desde que  nació en el río Tormes, hijo de padres sin honra y su mardre tuvo que dejarlo que sirviera al primer amo, el ciego. Empezó a servir al ciego, después a diferentes amos y por fin de su matrimonio y de su oficio como pregonero.

Muchos de los episodios son de origen folclórico, es decir eran literarios, no se los inventa su anónimo autor, pero hay una diferencia fundamental con otro tipo de obras: ahora no son una serie de episodios dispuestos como cuentos sin unión entre ellos. Sino que los episodios hacen que Lazaro vaya evolucionando y aprendiendo, convirtiendo a esta obra en la primera novela moderna.






Todo el recuerdo de su vida difícil para un niño que debe servir a los amos, sirven para que Lázaro justifique el estado en el que se halla como adulto. Todo ello le hace estar contento por su mujer y su oficio, a no ser "por algunas habladurías que hacen daño porque acusan a su mujer de tener relaciones íntimas con el arcipreste de San Salvador". Su mujer era criada de dicho arcipreste, que precisamente le ha conseguido a Lázaro su trabajo.  Evidentemente, Lázaro, niega la veracidad de estas malas lenguas, dando a entender que es cierto lo que dicen.

Os dejo, si os parece un enlace extraordinariamente ilustrativo y didáctico sobre los temas y la estructura de esta genial obra renacentista: Lazarillo de Tormes

Y ahora, me gustaría mucho que leyerais con atención el siguiente texto:





El Lazarillo y el jarro de vino


Solía poner junto a él un jarro de vino cuando comíamos y yo rápidamente lo cogía y le daba “un par de besos callados” (un par de tragos) y lo dejaba en su sitio. Pero aquello duró poco porque se dio cuenta de que faltaba vino y ya nunca soltaba el jarro. Se me ocurrió entonces utilizar una paja larga de centeno que metía en la boca del jarro, de manera que podía chupara el vino procurando no hacer ruido para que no se enterara. Aquello duró algún tiempo pero el ciego se dio cuenta de que le faltaba vino y desde entonces colocaba su jarro entre las piernas y lo tapaba con la mano y así bebía seguro.
Viendo que aquel remedio de la paja ya no me valía, decidí hacer un agujero en el suelo del jarro y taparlo con cera y a la hora de la comida, fingiendo tener frío, me colocaba entre las piernas del ciego a calentarme en la lumbre que teníamos y al calor de ella se derretía la cera y comenzaba a caerme el vino en la boca, la cual yo de tal manera ponía que no se perdía ni una sola gota. De este modo, cuando el ciego iba a beber apenas había vino en el jarro.
- No diréis que lo bebo yo -le decía-, pues no soltáis el jarro de la mano.
El ciego no contestó, pero comenzó a palpar el jarro hasta que encontró el agujero, aunque disimuló como si no se hubiese enterado. Al día siguiente, estando yo disfrutando del vino que caía por el agujero del jarro, con mi cara puesta hacia el cielo, consideró el ciego que era el momento de vengarse y, alzando el jarro con sus dos manos, lo dejó caer sobre mi boca.
Yo que estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima. Fue tal el golpe que perdí el sentido y el jarrazo tan grande, que los pedazos de él se me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas partes y me rompió los dientes, sin los cuales hasta hoy en día me quedé.
El ciego me lavó con vino las roturas que con los pedazos del jarro me había hecho y sonriéndose decía:
- ¿Qué te parece, Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud.


TAREA:


1.-¿Cómo se configura la narración del Lazarillo de Tormes?

2.-¿Por qué es la primera novela moderna?

3.-¿Por qué estuvo prohibida? 

4.-¿Por qué Lázaro niega las habladurías de las malas lenguas? ¿Crees, sin embargo, que son verdad? ¿Por qué?

5.-¿Qué crees que significa el episodio del jarro de vino?




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