lunes, 6 de mayo de 2019

ESQUEMA DE LA LITERATURA DE POSGUERRA Y LITERATURA DEL EXILIO

Queridos amigos:

Vamos a recordar unos cuantos conceptos que hemos estudiado recientemente. Espero que este esquemita a modo de cuadro sinóptico os ayude.




 Y aprovechándolo vamos a repasar de manera somera la literatura de exilio en la posguerra española.


LA LITERATURA DEL EXILIO

Autores que en los años 30 participaron en la renovación cultural, ahora escriben en el exilio. Sus temas elegidos serán el pasado (evocación de España, el recuerdo de la guerra) y el dolor del destierro.

En la POESÍA destaca León Felipe con obras como Español del éxodo y del llanto (1939) y Juan Gil-Albert, que cultiva unos versos elegantes y de cuidado estilo en los que medita sobre el amor, la naturaleza, o el paso del tiempo (El existir medita su corriente, de 1949). 

No podemos olvidarnos de autores de la generación del 27, como Luis Cernuda que comenzó su poemario Las nubes en Valencia y lo terminó en París y en Londres entre 1937 y 1940.

En cuanto a la NOVELA, el máximo exponente es la obra de Ramón J. Sender Réquiem por un campesino español (publicada como Mosén Millán en México en 1954 y después
renombrada como Réquiem por un campesino español en 1960), donde expone los problemas de conciencia de un cura por no haber intentado evitar el asesinato de un campesino republicano al que él mismo había entregado. Por otro lado, Rosa Chacel, deja de lado el compromiso político para indagar en las psicologías de personajes, como en Memorias de Leticia Valle (Buenos Aires, 1945) o La sinrazón (Buenos Aires, 1960).
Max Aub escribió en México la mayor parte de sus obras entre las que destaca un ciclo compuesto por seis novelas sobre la guerra civil, cuyo título general es El laberinto mágico (1943-1968).

 Francisco Ayala en los relatos que conforman la obra La cabeza del cordero (Buenos Aires, 1949) recoge diversos episodios humanos, que tienen como trasfondo la guerra civil, sea desde el recuerdo posterior, desde la premonición o desde las mismas batallas.


En cuanto al TEATRO, importantes autores de la generación del 27, exiliados, como Pedro Salinas, Rafael Alberti o José Bergamín continúan desde el exilio con su producción dramática. Max Aub también fue un importante autor teatral, El rapto de Europa y San Juan son dos de sus obras más representativas y hablan de la Guerra Civil, el exilio, la Guerra Fría, el nazismo y sus secuelas.

Alejandro Casona destaca por el lenguaje poético de sus obras teatrales, como La dama del Alba (Buenos Aires, 1944) o La barca sin pescador (Buenos Aires, 1945). Se inclina hacia conflictos de realidad frente a fantasía y concede a sus letras una intención didáctica.


 En fin, amigos, este es un breve resumen sobre el panorama que nos ocupa. Espero que lo disfrutéis y os sea de ayuda. Hasta pronto. Un beso. 

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